viernes, 8 de junio de 2007

ANDREI TARTOVSKI

Andrei Arsenyevich Tarkovsky (Андрей Арсеньевич Тарковский) (4 de abril de 1932 – 29 de diciembre de 1986) fue un director de cine, actor y escritor ruso Se le reconoce como uno de los más importantes e influyentes autores del cine soviético y uno de los más grandes de la historia del cine.
Nacido en la localidad de Zavrazhe, Ivanono, Unión Soviética (ahora Rusia). Su padre fue el reconocido poeta Arseniy Tarkovsky. En su juventud, estudió música, pintura y escultura, aprendió lenguas orientales en Moscú antes de interesarse por el cine; también trabajó como geólogo por un tiempo en Siberia. Se inscribió en la aclamada Escuela de Cine VGIK (Instituto Estatal de Cinematografía de todas las Rusias), bajo la enseñanza de Mijail Romm; realizó cortometrajes y conoció a quienes serían sus mejores amigos y compañeros de clase, Sergei Parayanov y Mijail Vartanov; al tiempo que estudiaba cine también estudiaba violín, al punto que el film con el cual obtuvo la graduación es: El rollo compresor y el violín.

Tarkovsky pronto fue el centro de atención de todo el mundo con su primer film La infancia de Iván (1962), que obtuvo el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, Italia. Sin embargo, pronto Tarkovsky cayó bajo la estricta vigilancia de las autoridades rusas, que temían que sus siguientes filmes no siguiesen los alineamientos del Partido Comunista de la Unión Soviética (no mostrar imágenes religiosas, p. ej.) y mostrasen el otro rostro de la Unión Soviética, de este modo se le retaceó el presupuesto para filmar El idiota de la familia de Fiódor Dostoyevski y se le negó enteramente el rodaje de una película dedicada al Evangelio de Lucas. Eran los años de la Guerra Fría y cualquier denuncia —ya sea de manera directa o velada— hacia el régimen en cualquiera de las facetas artísticas era pronto reprimida. Como resultado de esa vigilancia, el siguiente film de Tarkovsky, Andrei Rublyov (1969), fue prohibido hasta 1971. Andrei Rublyov fue exhibida a las cuatro de la mañana del último día en el Festival de Cine de Cannes, Francia, por orden expresa de las autoridades rusas con el fin de evitar cualquier posible nominación a los premios (de hecho, no ganó ninguno) y fue distribuida parcialmente para salvaguardar las apariencias.

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A pesar de que no tenía control sobre el destino final de sus filmes, Andrei Tarkovsky siguió filmando. Su siguiente filme, Solaris (1972), fue pronto aclamada en el Este y considerada por muchos como la respuesta soviética a la película 2001: Una odisea del espacio, del director estadounidense Stanley Kubrick, aunque Tarkovsky siempre afirmó que no la había visto. De acuerdo a su libro póstumo "Esculpir en el Tiempo" y a su propio testimonio dentro del documental "Tempo di viaggio", Andrei Tarkovsky consideraba a Solaris como su película menos lograda porque no había logrado escapar de las reglas del género de ciencia ficción.

Sin embargo, trabajar en la Unión Soviética significaba trabajar siempre con las limitaciones, tanto creativas como cinematográficas, impuestas por las autoridades rusas. Sobrepasar tales limitaciones significaba problemas fuertes para cualquier cineasta ruso. En 1975, Tarkovsky tuvo un problema con las autoridades, que por poco le costó la cárcel, a raíz de su película Zerkalo (El Espejo), una densa y autobiográfica película con una radical e innovativa estructura narrativa.

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Su siguiente película, de corte fantástico, Stalker (El perseguidor) (1979), tuvo que ser filmada de nuevo, con una dramática reducción económica en la producción, después de que un accidente en el laboratorio destruyese totalmente la primera versión filmada. Nostalgia (1983), filmada en Italia, fue su última película realizada bajo la estricta vigilancia de la Unión Soviética, ya que poco después de su filmación Tarkovsky huyó con su esposa a Suecia, cansado de las maniobras represivas de las autoridades hacia su obra cinematográfica.

Su última película, Sacrificio (1986), fue filmada en Suecia con la ayuda de los colaboradores habituales del cineasta sueco Ingmar Bergman, y ganó cuatro premios en el Festival de Cine de Cannes, un hecho sin precedentes en la historia del cine ruso. Sin embargo, en esos meses Andrei Tarkovsky estaba sufriendo los estragos del cáncer y le fue imposible asistir a recoger el Premio Especial del Jurado que obtuvo esta película, y fue su hijo Andriushka quien lo recogió ante un aplauso general que se prolongó durante varios minutos..

Andrei Tarkovsky, a la edad de 54 años, completamente alejado de su tierra natal y meses después de la filmación de Sacrificio, murió de cáncer pulmonar el 28 de diciembre de 1986, en París. Andrei Tarkovsky fue enterrado en un cementerio para inmigrantes rusos en Francia en el pueblo de Sainte-Geneviève-des-Bois, en Île-de-France. Su amigo Sergei Parayanov filmó en 1992 la película La última primavera, que retrata la amistad entre él y Tarkovsky.

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El más famoso director soviético desde Serguéi Eisenstein, Andrei Tarkovsky es uno de los máximos representantes del cine ruso, cuyas películas son intensamente íntimas, ocasionalmente controvertidas, siempre hermosas en cada fotograma; y es por eso por lo que es considerado como un poeta del cine. Él se mostraba interesado en el hombre y su búsqueda de respuestas de la vida misma, la decadencia de la verdadera espiritualidad en la sociedad moderna y la incapacidad de la humanidad para responder adecuadamente a las demandas de la tecnología, que domina cada vez más todo el espectro de la vida humana. Ingmar Bergman, hablando sobre La infancia de Iván: "Es un verdadero milagro. Me sentí conmovido cuando descubrí que todo lo que yo siempre quería contar, pero que no sabía cómo expresarlo, estaba en esta película." Andrei Tarkovsky consideraba que su película Andrei Rublov era el mejor ejemplo para mostrar a la gente cuál es el verdadero rol y la responsabilidad real del artista en la sociedad, aludiendo a que él mismo, como cineasta, no tenía por qué ser obligado a ser un mero trabajador del estado ruso que reflejase simplemente las maravillas de la política rusa.

Interesado en ir más allá del lenguaje cinematográfico —tal y como hiciera Serguéi Eisenstein a comienzos del siglo siglo XX, Tarkovsky exploró nuevas formas de narrativa cinematográfica, que influyeron en la nueva generación de cineastas, y desarrolló una interesante teoría cinematográfica, a la que llamó "Esculpir en el tiempo". Él mismo destacaba una característica del cine: la capacidad de fijar el tiempo. A partir de esta idea, el cineasta debe esculpir un bloque de tiempo para dejar al descubierto la imagen cinematográfica. Después de El espejo, Tarkovsky anunció que se dedicaría completamente a seguir las premisas dramáticas del filósofo Aristóteles: concentrar totalmente una historia en un solo lugar bajo un día soleado en algún momento del tiempo. Sacrificio (en el cual se filmó una escena de 10 minutos de duración, algo completamente inédito en la historia del cine mundial) es considerada por muchos como el perfecto reflejo de la legendaria teoría cinematográfica de Andrei Tarkovsky.

Los archivos documentales de Tarkovsky —que incluye guiones, fotografías, artículos escritos por él mismo, entre otras cosas— se conservan en la actualidad en la Fundación Andrei Tarkovsky, dirigida por Andrey Tarkovsky, hijo del director, y que tiene sus sedes en Moscú, Florencia y París.