martes, 19 de junio de 2007

ERIC ROHMER Y LOUIS MALLE

Crítico y director de cine francés nacido con el nombre de Jean-Marie Maurice Scherer el 4 de abril de 1920 en la ciudad francesa de Nancy en la región sureña de Lorena.Sus comienzos en el arte se remontan a la década de 1940 cuando inicia sus actividades profesionales en la enseñanza de la literatura y en el periodismo gráfico; en 1946, y bajo el seudónimo de Gilbert Cordier publica su única novela "Elizabeth". Durante esos años se convierte en asiduo asistente a la Cinemateca francesa y adopta el nombre por el que se lo conoció desde allí, Eric Rohmer en referencia a dos de sus grandes referencias, el director de cine austrohúngaro Erich von Stroheim y el novelista británico Sax Rohmer, autor de la serie Fu-Manchú.

Como crítico de cine se destaca su trabajo como jefe de redacción de la prestigiosa revista francesa Cahiers du cinema entre 1956 y 1963 junto a quien fue uno de sus grandes maestros, André Bazin. En 1950, mientras filmaba su primer cortometraje, Journal d'un scélérat, fundó junto a Jean-Luc Godard y Jacques Rivette la revista de crítica cinematográfica Gazette du Cinema, en esa época también trabó una relación intelectual constante con directores como Claude Chabrol, Alain Resnais y François Truffaut. En esos años, y junto a Chabrol, escribieron el libro Hithcock, sus primeros cuarenta y cuatro filmes. El Signo del León, de 1959 es su primer largometraje, que obtuvo una buena recepción por parte de la crítica pero que no fue tan bien recibido por el público. En 1962, junto al director alemán Barbet Schroeder y a la productora Margaret Menegoz crean una empresa productora de películas llamada "Les Films du Losange", que hasta la actualidad realizó más de 80 películas.

El cine de Eric Rohmer se caracteriza por su simplicidad y agudeza intelectual, en climas de profunda empatía con las locaciones y con aquellos personajes que definen el sentido moral de cada una de sus historias. Probablemente la separación de su carrera en tres grandes etapas aporte claridad desde los temas y títulos de sus filmes a aquellos que no hayan visto su cine, en la década del 60 comenzó sus "Seis cuentos morales" en donde aborda una temática que atraviesa toda su carrera, la banalidad de la vida en torno a las palabras vacías, a las acciones que llevan a cabo los individuos por canales que desafían a su propia identidad y voluntad. Esta etapa está caracterizada por sus filmes de amores y desamores, y por el énfasis en la palabra puesta en boca de sus personajes, no para aportar información, sino para definir sus personalidades mediante la charla cotidiana. Los Cuentos Morales fueron concebidos originalmente como una novela, sin embargo Rohmer desistió de seguir escribiendo cuando descubrió que algunas situaciones podían definirse por medio de imágenes y no de palabras. En referencia a estas ideas, Rohmer declaró: " (...) yo no digo cosas en mis películas, yo muestro gente que habla y se mueve como los paisajes, las caras, los gestos y sus comportamientos (...)".

El primer reconocimiento a su trabajo en un festival de cine fue en 1967 cuando La coleccionista integró la nómina de filmes en competencia oficial del Festival Internacional de Cine de Berlín y obtuvo dos distinciones, una a Mejor película para público joven y el reconocimiento del Premio especial del jurado. Tres años más tarde, en 1970 fue nominado al Oscar en el rubro Mejor filme hablado en idioma no inglés por su largometraje Mi noche con Maud, premio que obtuvo Z, dirigida por el griego Constantin Costa-Gavras. Al año siguiente, el mismo filme fue nominado a Mejor guión original, distinción que esa vez quedó para la película bélica Patton.

Entre 1981 y 1987, y tras su éxito con la adaptación de época La Marquesa de O de 1976, filmó otra saga llamada "Comedias y proverbios", que cuenta con siete producciones entre las que se destaca su filme más personal y con mayor éxito tanto a nivel comercial con artístico El rayo verde de 1986. Esta etapa está marcada por una posición más optimista, con sabores que remiten a un cine post nouvelle vague, con una amargura constante que finaliza en filmes esperanzadores, en donde los personajes buscan llegar a un objetivo y esa misma búsqueda resulta ser el punto central de la mirada de Rohmer. Con muchos puntos en común con "Comedias y proverbios", en 1990 comienza su última saga llamada "Cuentos de las cuatro estaciones" en donde se interna desde una época del calendario en historias de relaciones humanas, en donde el amor es el principal protagonista y el engaño, presente de manera notable en sus "Seis cuentos morales", le deja su lugar a una sensación ambigua de inseguridad y deseo contenido no presente los primeros años de la década de los 80
Rohmer intentó trabajar a lo largo de 40 años con un acotado equipo de trabajo, por lo que repitió colaboradores, actores y técnicos. Entre ellos puede destacarse la delicada y sofisticada labor de Marie Rivière como actriz en 9 de sus producciones, el trabajo estupendo del español Néstor Almendros en la dirección de fotografía. Desde que en 1992 Almendros falleció, Rohmer comenzó a trabajar con la directora de fotografía Diane Baratier, con quien realizó todos sus trabajos desde ese momento, dotando a filmes realizados en formato digital de una profundidad y complejidad visual sorprendentes. Mary Stephen editó las últimas 9 producciones de Rohmer y Françoise Etchegaray produjo 7 de sus últimas 10 películas. Mientras que la actual presidenta de Unifrance, Margaret Ménégoz produjo 11 filmes de Eric Rohmer y Pascal Ribier realizó el sonido de todos sus filmes de la década del 90. Este punto es vital para comprender la personalidad del director francés, quien es introvertido, no da entrevistas a la prensa porque prefiere caminar tranquilo por París sin ser reconocido; tampoco asiste a entregas de premios o festivales de cine. Y es por esto que suele tener un equipo de trabajo inamovible, los mismos colaboradores y técnicos por años, personas de su entera confianza, tanto en lo personal como en lo profesional. En este contexto, poco se sabe de su vida privada, salvo que desde joven amó la naturaleza, su afición constante y muy devota al cristianismo y su conservadurismo político son pequeños atisbos en un personaje que sólo se da a conocer con sus películas

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Journal d'un scélérat (1950)
Présentation ou Charlotte et son steak (1951)
Les Petites filles modèles (1952)
Bérénice (1954)
La Sonate à Kreutzer (1956)
Véronique et son cancre (1958)
Le Signe du lion (1959)
La Carrière de Suzanne (1963)
La Boulangère de Monceau (1963)
Nadja à Paris (1964)
Place de l'Étoile (1965)
Une Étudiante d'aujourd'hui (1966)
Fermière à Montfauçon (1967)
La Collectionneuse (1967)
Ma Nuit chez Maud (1969)
Le Genou de Claire (1971)
L'Amour l'après-midi (1972)
Die Marquise von O... ((1976)
Perceval le Gallois (1978)
La Femme de l'aviateur (1980)
Le Beau mariage (1982)
Loup y es-tu? (1983)
Pauline à la plage (1983)
Les Nuits de la pleine lune (1984)
Le Rayon vert (1986)
Quatre aventures de Reinette et Mirabelle (1987)
L'Ami de mon amie (1987)
Conte de printemps (1990)
Conte d'hiver (1992)
L'Arbre, le maire et la médiathèque (1993)
Les Rendez-vous de Paris (1995)
Conte d'été (1996)
Conte d'automne (1998)
L'Anglaise et le duc (2000)
Triple Agent (2004)


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Nacido en Thumeries en el departamento de Nord en 1932, Louis Malle proviene de una gran familia de industriales del azúcar (es nieto de Henri Béghin, fundador de la marca de azúcar Beghin-Say). Crece en medio de la gran burguesía y pasa por distintos internados católicos (entre ellos el que evocará en Adiós, muchachos). Desde los 14 años, se inicia en la dirección con la cámara de 8mm de su padre. También estudia Ciencias Políticas en la Sorbona. De esa época data su determinación de convertirse en cineasta.

Un amigo suyo tenía que haber trabajado en el barco Calypso de Jacques-Yves Cousteau, pero Louis lo reemplazará al final. Fue en 1955 ayudante en el documental El mundo del silencio, trabajo por el que recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Sus siguientes proyectos, películas y documentales, obtendrán menos consenso y serán abordados desde un plano crítico.

En esa época se desarrolla el movimiento de la Nouvelle vague, a la que Malle nunca perteneció, ya que desarrollará su propio camino en paralelo, solo, según sus propias motivaciones.

Dirigió su primer largometraje a los 25 años, Ascensor para el cadalso, 1957) con Jeanne Moreau en la que muestra su pasión por el jazz (con una banda original de Miles Davis). Luego Los Amantes, también con Jeanne Moreau y en la que ataca a la burguesía. Más adelante se decidió a adaptar uno de los relatos más difíciles de Raymond Queneau, Zazie en el metro, 1960), película ligera y entusiasta, y Fuego fatuo (1963), que trataba sobre la depresión y el suicidio... En 1968 se aleja de Francia y de la ficción para rodar Calcuta, un documental que trata de la vida de los campesinos de la India
Al regreso de su viaje, rueda una película que provoca una gran polémica: El soplo al corazón. La película evoca la relación incestuosa (aunque romántica) entre una madre y su hijo; tema del que se habla además sin hacer ningún tipo de juicio moral, lo que será habitual en este director, no hay ni inocentes ni culpables, la vida es mucho más compleja. El espectador debe forjarse su propia opinión, el director no se la debe imponer.

Tres años más tarde, la controversia se crea por otro tema. En Lacombe Lucien (1974) describe el lento progreso de un joven ocioso hacia el colaboracionismo. Tampoco en este caso formula ningún tipo de juicio, no describe al colaboracionista como si fuera un monstruo, sólo es humano y por ello se equivoca. La prensa y la crítica lo acusan de todos los males, califican de innoble la película y le echan en cara el que no haya vivido la guerra con la suficiente dureza. En el punto más álgido de la polémica, decidió marchar a los Estados Unidos.

Ya había rodado un documental en ese país algunos años antes (Humain trop humain) en el que seguía la vida de los trabajadores pobres americanos, experiencia que repetirá en 1985 en God's Country. En Hollywood rueda entre otras películas La Pequeña con la joven Brooke Shields y sobre todo Atlantic City (1980), con Burt Lancaster y Susan Sarandon, donde relata las desventuras de un pícaro retirado y de su vecina en la ciudad de los casinos
Cuando regresa a Francia en 1987 vuelve a tratar el tema que le había hecho marcharse: la ocupación. Será el punto más alto de su carrera, Adiós, muchachos. En un colegio católico, durante la ocupación, un muchacho burgués descubre que uno de sus compañeros es judío. La amistad que se forja entre ambos no podrá impedir el final trágico.

En esta película, Louis Malle narra sus recuerdos de la guerra. La historia es en parte autobiográfica, fue testigo de una situación similar durante su infancia, un joven judío se había ocultado en su internado, pero fue luego descubierto por la Gestapo y deportado. Malle declarará que ese tema le perseguía desde siempre y que de hecho esta historia trágica es la que le había llevado al cine.

La película retoma también algunos elementos de películas anteriores; de Lacombe Lucien toma al colaboracionista contra su voluntad, de El soplo en el corazón, la intensa relación entre madre e hijo. Tampoco aquí emite ningún juicio de valor sobre nadie, no hay ni buenos ni malos, sólo un cierto fatalismo. La película es un éxito y gana diversos premios.

Rueda luego la comedia Milou en mayo, Herida y por último la adaptación de la obra de Anton Chejov Vania en la calle 42.

Muere de un linfoma el 23 de noviembre de 1995 en Los Angeles; se había casado con la actriz norteamericana Candice Bergen en 1980 (su primer matrimonio con Anne-Marie Deschodt duró de 1965 à 1967), tenía tres hijos.

Primera época en Francia
1955 : El mundo del silencio ("Le monde du silence"), con Jacques-Yves Cousteau (documental)
1957 : Ascensor para el cadalso ("Ascenseur pour l'échafaud")
1958 : Los amantes ("Les Amants")
1960 : Zazie en el le metro ("Zazie dans le métro")
1961 : Vida privada ("Vie privée")
1963 : Fuego fatuo ("Le feu follet")
1965 : Viva Maria
1966 : Ladrón de París ("Le Voleur")
1968 : Narraciones extraordinarias ("Histoires extraordinaires"), sketch
1969 : Calcuta ("Calcutta")
1971 : El soplo al corazón ("Le souffle au cœur")
1973 : 'Humain trop humain (documental)
1973 : Place de la République (documental)
1974 : Lacombe Lucien


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Periodo norteamericano
1976 : Black Moon (película de ciencia-ficción, atípica en su filmografía)
1978 : La pequeña ("La petite")
1980 : Atlantic City
1981 : Mi cena con André ("My Dinner with André")
1983 : Crackers
1985 : Alamo Bay
1985 : God's Country (documental)
1986 : And the Pursuit of Happiness (documental)