viernes, 8 de junio de 2007

PERSONA DE INGMAR BERGMAN


Persona es una película de Ingmar Bergman, dirigida, escrita y producida por este cineasta en 1966. Es una de los filmes del director sueco más audaces desde un punto de vista formal, ya que introduce numerosos elementos vanguardistas de las corrientes renovadoras del cine de la nouvelle vague francesa y del free cinema anglosajón. Dos dramaturgos: Henrik Ibsen y, sobre todo, August Strindberg, le influenciaron e introdujeron en un mundo donde se manifiestaban los grandes temas que tanto lo atraían, cargados de una atmósfera dramática, agobiante y aun desesperanzada, lo que deja una profunda huella en el espíritu del joven Bergman y una marcada influencia en su obra artística.
Es recurrente el hecho de que en la mayor parte de la filmografía del realizador sueco, sus personajes son atravesados por los mismos caminos en que se internan. Se trata de trayectorias que los reconducen hacia sí mismos, hacia su propia alma, hacia su propia conciencia. Son recorridos íntimos, enigmáticos, que muchas veces se apoderan del espectador transportándolo a una experiencia estrictamente personal e inquietante, en la medida en que los personajes bergmanianos realizan aquella trayectoria sobrecargada por un denso dramatismo, aquél que implica desnudar el alma humana en forma genérica.
Aquella trayectoria termina en algunos casos en la locura o en la muerte, en otros en un estado de gracia, un momento metafísico que permite a sus personajes comprender más de su realidad, una revelación que los iluminará y modificará el curso de sus vidas. En algunos casos les servirá para exorcizar, conjurar y dominar los fantasmas que perturban el alma del personaje.
Los personajes de Bergman arrastran un pesado lastre en sus mentes, en sus corazones. En general son adultos, salvo el caso del niño de El Silencio, (aunque en realidad no es el niño quien tiene el alumbramiento sino Ester, el personaje que interpreta Ingrid Thulin). La inquietud que sienten los personajes es más o menos latente, pero progresivamente irá revelándose ante el espectador produciendo un efecto devastador.
La transmisión de esos estados de conflicto interno de sus personajes originan historias angustiosas y lacerantes, como pocos directores de cine han podido comunicar a "su público" y éste es el mayor logro del director sueco.
Dentro de su extensa filmografía podemos distinguir varios periodos, por su temática y por su esté