martes, 5 de junio de 2007

EL CINE SAM PECKINPAH , EL LADO SALVAJE


David Samuel Peckinpah (21 de febrero de 1925 - 28 de diciembre de 1984); fue director y guionista de cine, televisión y teatro. Conocido especialmente por la controversia social que se generó a raíz de la violencia en sus películas, forma parte del grupo de directores que hicieron remontar la industria hollywoodiense durante los años 60 y 70. Entre sus importantes aportaciones al cine figura la reformulación del western clásico llevándolo a terrenos más crepusculares y violentos. La crítica ha destacado el lirismo de su cine, así como la profundidad psicológica de la que dotó a sus personajes.

Nace el 21 de febrero de 1925 en Fresno (California), hijo de un abogado. Se alista en la Marina en 1943 y en 1945 es enviado a China junto con un batallón cuya tarea consistía en desarmar a los soldados japoneses. A finales de 1946 regresa a Norteamérica sin haber presenciado ningún combate. Una vez en casa, sus planes consistían en estudiar Derecho y entrar en la empresa de su familia. Sin embargo, conoce a una joven estudiante de teatro, Mary Sellard, -que más tarde sería su esposa- e influenciado por ésta, Sam Peckinpah comenzará a interesarse por el teatro y la poesía. Comienza sus estudios de teatro en Fresno State Collage y los completa en la University of Southern California.

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Tras terminar sus estudios pasa una temporada trabajando de tramoyista hasta que en 1951 comienza a trabajar en la CBS. Su primera incursión en el cine sería de la mano de Don Siegel en 1954, trabajando de asistente y actor secundario en La invasión de los ladrones de cuerpos, 1956. Este trabajo le valió el reconocimiento de la cadena CBS, en la cual comenzó a escribir guiones de series como Gunsmoke, Broken Arrow, Tales of Wells Fargo y Zane Grey Theatre. Su primer trabajo como director sería en 1958 con el episodio de Broken Arrow titulado ‘The Knife Fighter’. Durante sus años en televisión Peckinpah reunió un grupo de actores –Strother Martin, R.G. Armstrong o Warren Oates- que le acompañarían en sus posteriores películas.

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En 1961 Peckinpah dirige su primera película, Deadly Companions, que contó con Mauren O’Hara como protagonista. La cinta obtuvo una escasa aceptación por parte del público y de la crítica. Ante esto, el director reaccionó asegurando que había tenido muy poca libertad durante el rodaje a causa de las presiones de las productoras. Un año después dirigiría su siguiente película, Ride the High Country (1962), que ganó un premio en el Festival Internacional de Cine de Bélgica, por encima de Fellini 8 ½. Además, la crítica francesa la calificó muy positivamente y fue juzgada como la mejor película extranjera en el Festival Mejicano de Cine. Con esta película inaugura uno de sus temas fetiche: el western crepuscular. Su tercera película fue Major Dundee (1965), y marcó el inicio de sus explosivas lizas con las productoras y distribuidoras. Estuvo protagonizada por Charlton Heston y situada en el final de la Guerra Civil americana. El director pretendía dar suficiente densidad a la película y dotar a los personajes de cierta complejidad. Sin embargo, Columbia, considerándola demasiado larga y complicada hizo numerosos cortes. Peckinpah se enfureció declarando públicamente que su película, tras esos recortes, era incomprensible. A causa de su reacción fue retirado del rodaje de su siguiente película (The Cincinnati Kid, Norman Jewison, 1965). En 1966, la televisión ABC le ofreció la oportunidad de dirigir Noon Wine, adaptación de la novela de Ann Porter. Fue un éxito de público y crítica. Pero la película que inauguraría la fama sanguinaria de su cine sería Grupo salvaje, dirigida en 1969 y continuando con el género del western crepuscular. También el estilo de dirección estableció lo que serían sus señas de dirección, usando la cámara lenta en numerosas secuencias y una técnica de montaje bastante vanguardista. Fue considerada por ciertos críticos como ‘la película más violenta que se haya filmado jamás’. Sin embargo, con el paso de los años la críctica la ha reconocido como una pieza fundamental en la historia del género. Durante el rodaje de su siguiente película, La balada de Cable Hogue, en 1970, el director fue forzado por la Warner Bros a redirigir la película por miedo a que recibiese las mismas críticas por su violencia que la anterior. Así que se le dio un toque cómico y no se invirtió apenas dinero en publicitarla, lo cual hizo que pasara sin demasiada relevancia para el público. Cuando la reputación del director estaba marcada por el Bloody Sam que le acuñaron los críticos americanos dirigió la que es, probablemente, su más famosa película: Perros de paja (1971), que contó con Dustin Hoffman como protagonista. En poco tiempo la película se convirtió en un importante tema para diversas publicaciones como Cinema, Esquire, Life o Playboy, que incluyeron varias entrevistas con el director. Sin embargo, gran parte de la polémica que levantó estuvo debida a la presunta tendencia misógina que atribuyeron diversos grupos feministas a la película. Este sería, junto al de la violencia en su cine, otro de los debates que estuvo presente durante toda su carrera. Pero es importante aclarar que la tendencia de Peckinpah más que a la misoginia era hacia la imagen o el concepto de la derrota causada por la negación del sueño americano (casi todas sus películas son ejemplo de esto), tendencia muy patente en su época en diferentes géneros. Charles Bukowski en la literatura es un buen ejemplo fácil de asociar, a quien también acusaron de misógino. En Perros de paja, el protagonista prefiere al loco porque lo comprende más que a la mujer. En La Cruz de Hierro trató de reivindicarse de este mal entendido incluyendo una escena de mujeres soldados, la cual es narrada con una profundidad psicológica por demás extraordinaria y una estética que parece realismo italiano. En 1971 realizó en Inglaterra Junior Bonner, protagonizada por Steve McQueen pero que pasó mucho más desapercibida por la taquilla que su predecesora. Un año después volvería a trabajar con Steve McQueen en uno de sus más famosos papeles con La huida (1972). Y a partir de aquí comienza el foco más concentrado de su cine; en 1973 dirige Pat Garrett y Billy The Kid, con Bob Dylan; en 1974 su más surrealista película según la crítica, Quiero la cabeza de Alfredo García; en 1975 Los aristócratas del crimen, y el 1977 La cruz de hierro. Todas ellas realizadas con escaso presupuesto. A propósto de la última, La cruz de hierro, Orson Welles se puso en contacto con Peckinpah para decirle que era la mejor película contra la guerra que había visto. Sin embargo, fue un fracaso de crítica y público en América. A finales de la década de 1970 Peckinpah pertenecía al olvido, ninguna publicación hablaba de él. Su salud era ya muy precaria por su alcoholismo y su adicción a la cocaína. En 1978 dirigiría Convoy, que fue otro fracaso en prácticamente todos los niveles. Su última película fue Clave: Omega (1983), un thriller de espías que no tuvo la suficiente fuerza ni siquiera para motivar las críticas serias. En 1984 Sam Peckinpah muere a causa de problemas graves de salud.

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Filmografía

The Deadly Companions (1961)
Duelo en la alta sierra (Ride the High Country, 1961)
Major Dundee (Major Dundee, 1965)
Grupo salvaje (Wild Bunch, 1969)
La balada de Cable Hogue (The Ballado of Cable Hogue, 1970)
Perros de paja (Straw Dogs, 1971)
Junior Bonner/ El rey del rodeo (Junior Bonner, 1972)
La huida (The Getaway, 1972)
Pat Garrett y Billy The Kid (Pat Garret and Billy the Kid, 1973)
Quiero la cabeza de Alfredo García (Bring me the Head of Alfredo Garcia, 1974)
Los aristócratas del crimen (The Killer Elite, 1975)
La cruz de hierro (Cross of Iron, 1977)
Convoy (Convoy, 1978)
Clave: Omega (The Ostermand Weekend, 1983)


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